Mi primer cuento fue el de "Garbancito", una historia que me contaba mi padre para poder dormir mejor (porque tenía pesadillas).
La verdad es que a estas alturas no recuerdo nada, pero el fin era importante: poder dormir. ¿Y todo esto para qué? Pues muy sencillo: para compensar la carencia de sueño profundo que en su tiempo me provocó el payaso asesino de la peli de Polstergeist.
Os animamos a que escribáis anécdotas sobre los cuentos que os contaban a la hora de dormir y el motivo por el que os gustaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario